sábado, 23 de abril de 2011

Cielo Gris


Acercas tus manos, después de aquel silencio... tomas las mías y acaricias
Mencionas mi nombre, miras al cielo que gris observa, cadenciosamente
Tu mano se posa en mi pecho, bajas tan lento y tomas en ella mis senos
Palpita mi corazón, hierve mi sangre, se arremolinan mis pensamientos

Es el llamado inevitable del deseo, tiemblo, frío?, o mi cuerpo que clama
Sutilmente te miro a los ojos, llamaradas éxtasiadas, dan luz a ese cielo
Tus ojos brillan, no son necesarias las palabras, el mensaje está escrito
en tus besos, tu respiración, tus manos cálidas, y la magnificiencia....

Te posas sobre mí, arremetes rítmicamente como buscando, atesorando
Encuentras mi centro del placer, que húmedo espera, abres mis piernas
fijas tu mirada en mi, esperando una respuesta, No te detengas murmuro
Juegas, logras que nazca una desesperación de ser poseída brutalmente
Incitas a convertir en una locura, tu boca juega con mis pezones erguidos

Bajas lentamente, te posas en mi vientre, levantas la mirada y yo sonrío
buscas mi húmedad, para darle energía con tu lengua, exploras sin apuro
Tan lento como cuando comienza el atardecer, en tonos azul violeta
así investigas todo sin límites, me dejo querer, tus manos abrazan..

el contorno de mis caderas, que comienzan a entonar suaves melodías
canción de gemidos, con notas reflejadas en encantamiento fugaz
de plena satisfacción, mis pensamientos los dejo llevar al cielo gris
Pues pronto... muy pronto sin retorno seré dueña del quinto cielo

lunes, 18 de abril de 2011

Evocaciones



Apareciste un día, rompiste en un sólo instante aquella frialdad caracterizada
Letras con olor a seducción, me dejé arrastrar por momentos de éxtasis plenos
Sentir tu boca acariciar mis entrepiernas, tus manos rozando mis senos suaves
Te evoco, siento tu respiración agitada, deseando arremeter con ardiente pasión
A lo lejos se escuchan como perdida en el tiempo, melodías tan candentes como tú

Te imagino, te acaricio, te beso como si fueses a extraviar tu esencia en el olvido
Permito, acaricies todo, no dejes nada al azar te pertenezco a cabalidad y acepto
satisfacer de mi gloria anhelante y manera triunfante, penetres cadenciosamente
Cada movimiento sea, un grito al cielo, cada orgasmos una risa de ensueños sútiles

Te desnudas, y temblando quitas prenda a prenda, que eróticamente cubre mi cuerpo
Me miras con unos ojos tan brillantes de deseo que hasta la luna se siente opacada
Desnudos ya bajo mi mirada, y acaricio sin verguenza alguna, mi mano memoriza
Mi mente absorve tu plenitud a todo fuego, bajo suavemente y mi boca comienza

Sin antes soreír, beso tu vientre cubierto de espesos bellos, solo siento olor a ti
Masculinidad ante mis ojos, maravillada paso mis labios... introduzco en mi boca
Todo tu esplendor, siento tus gemidos de placer, me detengo, un grito ahogado
nace de ti, me imploras, No me detengas, quiero derramar el líquido viscoso aún

Continúo... me monto arriba, mis movimientos son aplacados por tus manos, aún no
me dicen tus gemidos, quieres azotar infinitamente, que sea una agonía eterna sin fin
Somos un enredos de manos y bocas, que solo desean llegar al unísono satisfechos
Me penetras nuevamente, mis gemidos llenan la habitación, y de pronto el silencio.

jueves, 14 de abril de 2011

Sueños de un Leñador




A la distancia se escucha caer
Rítmicamente uno a uno leños
que escribirán con color fuego
noches apasionadas sin un final
encendiendo con deseo cándido
dos cuerpos ansiosos por ser uno

Serán aquellos leños silenciosos
que guardarán en sus negras cenizas
Todo el éxtasis que brotó de miradas
testigo mudo de gemidos y placer
confundiéndose con las brasas rojas
ardiente pasión hombre, Mujer

Aquellos leños que dormitarán hoy
esperando ser testigo presencial
de otra nueva noche de entrega
Cuerpos sudando al son del deseo
tan desnudos, cubiertos solamente
un gran amor profesado y prometido

Leños que con tan solo una chispa
avivan una inquietud de revivir
aunque húmedos ésten nacen
con furia y tempestad igualando
ardientemente el pecado de amar
Bésame, que te besaré por siempre